Son incontables los miles de haitianos que cruzan al lado dominicano los días de mercado en busca de alimentos y productos terminados. Jorge González
Distinto a otras épocas en que para entrar al territorio dominicano por el paso fronterizo entre Dajabón y Juana Méndez, había una zanja con agua y desinfectante para evitar que en los calzados de los haitianos pasara algún tipo de bacterias o virus. Ahora no existe ese protocolo.
Igual ocurría con una especie de hilera de llaves públicas, también con desinfectantes y jabón para el aseo de las manos de los mercaderes extranjeros.
Este protocolo de higiene se implementó en la frontera cuando el vecino país se encontraba bajo los efectos de la covid-19 y un anterior brote de cólera.
Por décadas el comercio fronterizo, específicamente para los residentes de las comunidades ubicadas en ambos lados de la frontera de República Dominicana y Haití, se ha convertido en una forma de subsistencia que permite la vida, la alimentación y el enriquecimiento de miles de personas de ambos países.
La historia no ha variado en nada desde la creación de este mercado. Haití necesita productos dominicanos (alimenticios, agrícolas, plásticos, de limpieza, electrodomésticos, médicos, etc.), y los comerciantes del país, que producen y fabrican estas mercancías necesitan compradores y un lugar para que se pueda realizar este intercambio, que en este caso lo es el mercado binacional.
Paradójicamente, las mercancías y productos vendidas a comerciantes haitianos por sus homólogos dominicanos están valoradas en miles de millones de dólares, ya que entran de manera ilegal a Haití, evitando que el gobierno se beneficie de los ingresos generados por estas exportaciones.
A las 8:00 de la mañana cuando las dos puertas (una de lado dominicano y la otra del lado haitiano) del puente fronterizo sobre el rio Masacre se abren en los días de mercado miles de haitianos cargando poncheras, bultos, cubetas, con carretillas, en motonetas, en bicicletas, entran al mercado con la finalidad de hacer negocios de compra y venta de mercancías.
Por este puente entran y salen del país la más variedad cantidad de mercancías: cigarrillos, cervezas, alcoholes, cosméticos, productos ropas, zapatos y tenis, electrodomésticosy otros productos que llegan de forma de donación a la empobrecida nación.
Horas después igual que como ingresaron a territorio dominicano regresan a su país cargados con una diversidad de productos agrícolas, cárnicos, plásticos y de una gran variedad que comercializarán en el otro lado de la isla.
Hielo en bloques, arroz, aceite, azúcar, plátanos, papas, frutas, guineos, huevos, pollos, carnes; utensilios plásticos, de cocina, del hogar; artículos ferreteros, medicinas, farmacéuticos, y cualquier otra utilidad que se pueda comercializar es llevada al territorio extranjero.
Reviewed by Will
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febrero 28, 2023
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